ACOUTURIER
PSICOMOTRIZ AUCOUTURIER: QUE ES, PARA QUE SIRVE Y COMO ES UNA SESION:
Observando las actividades diarias que se llevan a cabo en cualquier escuela, incluidas las infantiles, es obvio que en la mayoría de ellas se pide a los niños y niñas que permanezcan sentados, quietos, contenidos, durante demasiadas horas. Seguimos viendo el movimiento como un elemento antagónico a la disciplina, a pesar de que nos parece igualmente evidente que los niños y niñas, sobre todo en la etapa infantil, necesitan del movimiento para expresarse, para sentirse bien y ser felices.
En el aula donde se realiza esta Práctica Psicomotriz encontramos una colección de elementos que invitan al juego sensoriomotor, como espalderas, plintos, bancos suecos, colchonetas, figuras geométricas de gomaespuma, entre otros, y los niños y niñas tienen libertad para hacer lo que quieran: jugar a saltar, trepar, colgarse de cuerdas, construir, correr, esconderse, descansar... todo en el momento que quieran y como quieran. Por supuesto, la sala tiene medidas de seguridad como el suelo blandito o los cantos protegidos, pero las únicas normas son tener cuidado y respetar a los demás. Es verdad que el adulto pasa un poco de miedo por las posibles caídas y golpes, aunque esto ocurre sólo al principio.
Por si esto fuera poco, descubrimos que el dispositivo y las estrategias docentes utilizadas están diseñadas con la intención de encaminar a los niños hacia su desarrollo, y no sólo a su desarrollo físico, que no estaría mal como objetivo, sino también y sobre todo a su desarrollo cognitivo. Sin embargo, al presenciar una sesión de Práctica Psicomotriz Educativa, es difícil llegar a esa misma conclusión, puesto que en apariencia es una actividad con grandes dosis de caos e improvisación.
La Práctica Psicomotriz Aucouturier abre una puerta que conduce hacia un
espacio donde por fin cada niño realmente puede aprender jugando.
Jugando de verdad, a lo que él o ella quiera y como quiera, respetando
únicamente unas pocas normas de convivencia. Y no sólo jugando sino
además a su propio
ritmo.
Es el único espacio en el que se les permite demostrar sus capacidades, tanto físicas como cognitivas, y mostrarse tal y como son; en el que pueden romper ese orden artificial, tan alejado de sus características psicológicas, que todavía impera en la Educación Infantil; en el que realmente tienen libertad y en el que no importa el caos que se genere; el único lugar donde pueden de verdad elegir su forma de relacionarse y de actuar en función de su estado emocional, puesto que a nadie le va a molestar que no participen, que lo hagan muy activamente, que se pasen la mayoría del tiempo tumbados, o incluso escondidos.
La Práctica Psicomotriz Educativa es una metodología o práctica nacida en Francia en la década de los 70, que está basada en el concepto de psicomotricidad concebido como el proceso de maduración que corresponde a un periodo del desarrollo infantil en el cual la sensoria motricidad es inseparable de la génesis de los procesos psíquicos conscientes e inconscientes, es decir, con la generación del pensamiento.
Estamos hablando de aquel momento en el que el niño necesita del movimiento para poder pensar, o incluso, en momentos tempranos, la propia acción se identifica como pensamiento. Se trata de un periodo básico para el desarrollo de la personalidad, de la futura manera de pensar y actuar, por lo que parece evidente que la creación de un marco metodológico y pedagógico adecuado para que el movimiento pueda desarrollar el pensamiento es vital.